Entra con tu cuenta:
Aumentar/Disminuir tamaño del texto:

En Construccion Pictures, Images and Photos

En busca del origen...


Como resultado de más de 20 años de investigación científica en el campo de la arqueología, la etnohistoria y la antropología, se descubre y concluye que el lugar conocido en las antiguas crónicas y códices como el Teoculhuacan Chicomóztoc y el Aztlán se encuentra plenamente identificado en la actual montaña del Culiacán en la región del Bajío del actual Estado de Guanajuato, México, la cual se ubica entre los municipios de Jaral del Progreso, Salvatierra y Cortázar.

Este antiguo lugar, el Teoculhuacan “la Divina Montaña de la Cumbre Torcida o Jorobada”, que se relaciona con el Chicomóztoc “Lugar de las Siete Cuevas” y el Aztlán “Lugar de las Garzas y de la Blancura” ha sido buscado por lo menos desde los últimos 500 años de nuestra historia y se han propuesto diferentes ubicaciones entre las que se destacan como más importantes en el Estado de Nayarit, Zacatecas, Sinaloa, San Luis Potosí entre otros, pero en ninguno de estos casos se ha comprobado científicamente ni contundentemente ya que en numerosas ocasiones las personas que han hecho estas propuestas han malinterpretado las crónicas del Siglo XVI ajustando o forzando los datos para que cayeran en estas entidades.

El presente descubrimiento ha sido el resultado de una prolongada investigación que dió inicio en 1987, como parte de los estudios de la Arqueología de alta montaña, desarrollada por el arqueólogo Ismael Arturo Montero García en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); el descubrimiento del Teoculhuacan Chicomoztoc y del Aztlán en el Bajío guanajuatense es actualmente reconocido por la Universidad de Moscú en Rusia y por la Universidad Rey Juan Carlos de España.

Como producto de esta ardua investigación científica multidisciplinaria se desprende el libro que da fe de la misma, denominado "La Montaña Donde Nació el Pueblo del Sol".

El autor de dicho trabajo científico y del libro mencionado es el Arqueólogo e Historiador Julio Jorge Celis Polanco, egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien se ha abocado desde 1987 a la fecha y con recursos propios a la investigación multidisciplinaria y a la difusión de dicho descubrimiento en beneficio de las comunidades que rodean dicha montaña y del Estado de Guanajuato en el cual ha hecho diferentes estudios.

Lo invitamos a formar parte de esta travesía en la que le mostraremos con todos los argumentos científicos serios y sólidos en diversas ramas del conocimiento humano que el verdadero origen de la Mexicanidad, hogar ancestral de nuestros antepasados que nos dieron como herencia esta gran nación mexicana, existe y es la gran recompensa a la búsqueda milenaria por encontrar nuestras más profundas raíces históricas. 



El misterio de la procedencia de los Mexicas

domingo, 12 de septiembre de 2010


El fraile Bernardino de Sahagún, recogió en el Códice Matritense de la Real Academia lo que sus informantes indígenas le contaron acerca de la procedencia de los Mexicas:
“Los mexicas, según la tradición, vinieron hacia acá los últimos, desde la tierra de los chichimecas, desde las grandes llanuras... Cuánto tiempo anduvieron en las llanuras, ya nadie lo sabe... Los mexicas comenzaron a venir acá.”
Fray Diego Durán en su “Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme” cita el mítico lugar de origen de los Mexicas, Aztlan, tras describir la partida de los otros grupos que salieron de un lugar próximo, Chicomoztoc:
“Los que salieron de aquellas cuevas fueron los seis géneros de gentes; conviene á saber: los Xuchimilcas, los Chalcas, los Tepanecas, los Culhuas y los Tlahuicas y Tlaxcaltecas, aunque desaber que no todos juntos ni todos en un año, sino unos primero y otros despues, y así sucesivamente iban dejando aquel sitio y lugar de las cuevas. (...) Pasados trescientos y dos años que las seis compañías de gente auian salido de aquellas cuevas donde vivian, en la tierra de Aztlan y Teoculuacan, aportó á esta tierra la sétima compañía, ques la nacion Mexicana (...)”
El mito de la peregrinación Mexica deja claro que su lugar de origen fue Aztlan, donde malvivían siendo tributarios de algún otro pueblo, que algunos han identificado como los Toltecas. El problema radica en el desconocimiento del lugar exacto donde se hallaba Aztlan. La realidad demuestra que aunque se han propuesta una larga lista de lugares posibles, ninguno contiene restos arqueológicos que puedan dar una mínima credibilidad a la propuesta.

Hay quien incluso simplemente se limita a decir que es un lugar mítico, que nunca existió en realidad. De hecho, ni los propios Mexicas una vez ya asentados en la Cuenca de México y fundada Mexico-Tenochtitlan alcanzaban a recordar el lugar desde donde partieron. Fue el Huey Tlahtoani Motecuhzoma Ilhuilcamina, quien más o menos en el año 1450 de nuestra era, intrigado por el lugar de origen de su pueblo, quiso enviar una expedición para conocerlo y comprobar si la madre de su dios patrono Huitzilopochtli todavía vivía en aquel lugar.

Y aunque Motecuhzoma Ilhuilcamina tenía la intención de enviar una pequeña expedición militar al lugar, aconsejado por Tlacaelel, finalmente envió únicamente una expedición de hechiceros y brujos. Pero antes de hacerlo, llamó a su historiador real y le preguntó qué sabía de ese lugar. El historiador le contestó según cuenta Diego Durán: 
“poderoso Señor: lo que yo, tu indigno siervo, sé de lo que me preguntas, es que nuestros padres moraron en aquel felice y dichoso lugar que llamaron Aztlan, que quiere decir blancura: en este lugar ay un gran cerro, en medio del agua, que llamauan Culhuacan, porque tiene la punta algo retuerta hacia abaxo, y á esta causa se llama Culhuacan, que quiere decir, “cerro tuerto”. En este cerro auia unas bocas ó cuevas y concauidades donde auitaron nuestros padres y aguelos por muchos años (...)”
Lo cierto es que los miembros de esa expedición no fueron capaces de llegar a aquel lugar del cual ya nadie recordaba dónde se localizaba. Aunque al parecer los hechiceros y brujos mediante la ingesta de productos alucinógenos consiguieron llegar a Aztlan. No fue por tanto un viaje físico sino mental. Un siglo después de la fundación de Mexico-Tenochtitlan, ya ni siquiera los propios Mexicas podían recordar la localización del lugar desde donde salieron en su mítica peregrinación.

¿Dónde estaba situada por tanto la mítica ciudad de Aztlan? ¿Tiene la arqueología hoy en día alguna forma de ubicar el lugar de origen de los Mexicas?. Aztlan ha sido situada en los estados mexicanos de Nayarit o Guanajuato, en el norte de Florida, en Nuevo México, en Utah o en Washington. Y por supuesto hay quien cree que únicamente se trata de un lugar mítico e imaginado. Eduardo Matos Moctezuma en su libro “Tenochtitlan” resume la situación actual perfectamente:
“Ubicado al norte del Valle de México, no se sabe a ciencia cierta en dónde se encuentra este lugar o si en realidad nunca existió y tiene carácter mítico.”



La tira de la Peregrinación explica como los Mexicas salen desde Aztlan y peregrinan por el México Central hasta llegar a las cercanías de Mexico-Tenochtitlan



Los Aztecas pudieron no venir del Norte

Un reciente estudio publicado en la revista “Proceedings of the Royal Society” aporta nuevos datos sobre el origen biológico de los Aztecas. Este estudio ha sido realizado por un conjunto de científicos internacionales entre los que participan Miquel Hernández y Neus Martínez-Abadia del Departamento de Biología Animal de la Universitat de Barcelona y Rolando González-José del Centro Nacional Patagónico en Argentina. Durante la realización del estudio se han analizado un total de 331 cráneos de personas adultas que habitaron el México prehispánico, que provienen de 11 zonas arqueológicas distintas y que estaban depositados en la Dirección de Antropología Física del Museo Nacional de Antropología de México.

Esta muestra cubre los distintos períodos de la historia Mesoamericana en el centro de México y del área Chichimeca. Miquel Hernández explica que: “Uno de los problemas que encontramos cuando estudiamos este tipo de poblaciones es la deformación que presentan los cráneos, causada por imposiciones culturales. Por eso hemos hecho estudios morfométricos basados en la cara, que se complementan con técnicas más sofisticadas de genética cuantitativa."

El estudio revela que los principales cambio morfológicos faciales coinciden con la transición entre el período Clásico y el Posclásico y por consiguiente no está provocada por la aparición de la tribu de los Aztecas. Además este cambio no está relacionado con las poblaciones del Norte de México de donde decían proceder los Aztecas.

Miquel Hernández comenta a este respecto que: “Los mitos clásicos explican que la fundación de Aztlán y de la sociedad azteca tienen su origen en grupos de inmigrantes procedentes del norte. Lo que hemos visto en el estudio es que el mito, más que un reflejo fiel de la historia de los aztecas, es una leyenda. Probablemente los aztecas procedían de fuera del Valle de México y coincidieron con otros grupos que llegaron antes, con los que debían de compartir una morfología diferente de la morfología de los grupos clásicos y de los grupos del norte."

La caída de Teotihuacan en el periodo Clásico produjo un vacío cultural, político y demográfico que se llenó con grupos de inmigrantes que según demuestra el estudio no procedían del Norte.

Otro dato interesante es que el estudio revela que los grupos poblacionales en el Centro de México durante el periodo Posclásico son más variados de lo que se podía esperar en un supuesto equilibrio poblacional y que por tanto da a entender que es producto de un importante intercambio genético debido a la caída de Teotihuacan.

Todo esto hace sospechar que la población inmigrante pudo haber salido del Oeste de México y no del Norte como se pensaba hasta el momento.

Neus Martínez resume que: "En el caso de Mesoamérica el colapso de los grandes centros clásicos, como Teotihuacán, sí estuvo asociado a los cambios en la estructura de las poblaciones del valle central de México. Sin embargo, el establecimiento del imperio azteca comportó grandes cambios políticos y socioculturales pero no biológicos (morfológicos y, por lo tanto, genéticos) de las poblaciones mesoamericanas posclásicas".

Fuente: http://noticias.aztlanvirtual.com/2006/12/los-aztecas-pudieron-no-venir-del-norte.html

/*Modificación de tamaño de texto*/